Comenzaremos con una breve historia...
Durante una parrillada, una de las invitadas, Jane, tropezó y se cayó. Inmediatamente se levantó asegurando a todos los presentes que estaba bien y que lo que había sucedido no era nada. Algunos de los invitados sugirieron pedir una ambulancia, pero ella se negó argumentando que solo se había tropezado con una piedra.
Dos personas la ayudaron a limpiarse y le alcanzaron otro plato de comida. Jane parecía estar un poco temblorosa, pero continuó disfrutando del almuerzo.
Más tarde, esa misma noche, su esposo se comunicó para avisar que Jane había sido hospitalizada, y lamentablemente falleció horas más tarde. Resultó ser que durante la parrillada, Jane había sufrido un ataque cerebrovascular (ACV).
Si alguno de los presentes hubiera sabido cómo identificar un ACV, probablemente Jane estaría viva.
De acuerdo con especialistas en neurología, una persona que sufre un ACV y recibe tratamiento dentro de las tres horas posteriores, tiene la posibilidad de salvarse y recuperarse por completo. Es por eso que saber identificar las señales que nuestro cuerpo nos da es de suma importancia, ya que puede salvar la vida de muchas personas.
¿Cómo identificamos un ACV?
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Los neurólogos recomiendan seguir 4 simples pasos para determinar si la persona está sufriendo un ACV. La dificultad a la hora de identificar los signos varía de persona a persona.
1- Pídele a la persona que sonría
2- Pídele a la persona que diga una oración y la repita varias veces.
3- Pídele a la persona que levante la mano por encima de la cabeza.
4- Pídele a la persona que saque la lengua. La lengua inclinada hacia alguno de los lados (derecho o izquierdo) es un claro signo de ACV.
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